.jpg)
Sorprendido me hallo aún, cuando ayer de madrugada (bueno, ya era lunes) en un intermedio de Cuarto Milenio, me pongo a zapear y llegó hasta el canal Intereconomía (sí, sí, ese tan cultural, educativo, tolerante...... que no!!! ese tan facha) y me encuentro a Josep Pedrerol presentando una tertulia deportiva.
Lo primero que pensé es que era el Mirador de la Liga que lo hacían también por la tele a la vez que la radio (hasta que me doy cuenta que no y me entero por la red que ya no lo presenta). Bueno, este tío es un buen periodista y sabe de lo que habla, y sus programas siempre me han llamado la atención cuando alguna vez los he pillado.
El caso es que por curiosidad me pongo a verlo un poquillo (Cuarto Milenio seguía en publicidad) cuando me doy cuenta de que el bueno de Josep está rodeado por una jauría de personas que no hacen más que gritar y vociferar, sin dejarse el turno de palabra, y cada cual cortando a otra persona gritando más alto que el anterior.
Jorge D´alessandro parecía tener los ojos fuera de las órbitas cada vez que hablaba, con unas miradas fijas que aterraban, un tal Damián sólo gritaba y en lo poco que ví, sólo metía baza para desproticar; Tomás Roncero otro tanto de lo mismo, y el señor del jersey rojo, ese si que atemorizaba, ese sí que gritaba....
La verdad que resultaba divertido e hilarante ver a esa gente gritando y quitándose la palabra (pues no hay que olvidar que todos y cada uno de ellos tenían la verdad absoluta en sus palabras), aunque no se puede negar que un poco de vergüenza ajena tambíen se siente ante espectáculos así.
Bueno, que menos mal que la publicidad duró poco, y volví a Cuarto Milenio
Lo primero que pensé es que era el Mirador de la Liga que lo hacían también por la tele a la vez que la radio (hasta que me doy cuenta que no y me entero por la red que ya no lo presenta). Bueno, este tío es un buen periodista y sabe de lo que habla, y sus programas siempre me han llamado la atención cuando alguna vez los he pillado.
El caso es que por curiosidad me pongo a verlo un poquillo (Cuarto Milenio seguía en publicidad) cuando me doy cuenta de que el bueno de Josep está rodeado por una jauría de personas que no hacen más que gritar y vociferar, sin dejarse el turno de palabra, y cada cual cortando a otra persona gritando más alto que el anterior.
Jorge D´alessandro parecía tener los ojos fuera de las órbitas cada vez que hablaba, con unas miradas fijas que aterraban, un tal Damián sólo gritaba y en lo poco que ví, sólo metía baza para desproticar; Tomás Roncero otro tanto de lo mismo, y el señor del jersey rojo, ese si que atemorizaba, ese sí que gritaba....
La verdad que resultaba divertido e hilarante ver a esa gente gritando y quitándose la palabra (pues no hay que olvidar que todos y cada uno de ellos tenían la verdad absoluta en sus palabras), aunque no se puede negar que un poco de vergüenza ajena tambíen se siente ante espectáculos así.
Bueno, que menos mal que la publicidad duró poco, y volví a Cuarto Milenio
No hay comentarios:
Publicar un comentario