Parásitos del fútbol

Cuando se mezcla fútbol con política (algo a lo que estamos demasiado acostumbrados), que debería ser como mezclar manzanas con peras que nos decían de pequeños, nos encontramos con parásitos fascistas como los que obligaron a suspender durante un rato el partido que jugó el Athletic de Bilbao contra el Austria Viena esta semana.



Lo peor de todo y lo que más debería preocupar a la sociedad, es que dentro del fútbol, entre sus "aficionados" se mueve una calaña a la que, por radical que suene, habría que exterminar; los grupos fascistas, grupos neonazis. Ahora habrá alguien que me diga que eso de exterminar suena precisamente a eso, a nazi, pero no lo puedo evitar, o se hace algo contra ellos, o se acabará pagando, porque su comportamiento irracional no se limita sólo al campo de fútbol, cuando salen del estadio siguen siendo energúmenos, vamos, nazis, no es una cuestión transitoria que les ocurre cuando entran en un recinto deportivo.

Noticia aún más preocupante es la publica el diario El País sobre este asunto, cuando nos indica, que ya no es grupo neonazi de un determinado club el que provoca estos incidentes, sino que son calaña de diferentes clubes de fútbol (entre ellos del Madrid y Español, los despreciables Ultra-sur y Brigadas Blanquiazules) los que decidieron juntarse para boicotear el partido con una sola razón: el odio.

Sobre este tema, añadir que el mismo comentario hubiera realizado si los incidentes hubieran sido causados por el sector de hinchas independentistas rojiblancos que piensan que la van a lograr con la violencia, pues sigo insistiendo en que la política y el odio, no puede ser mezclado con el fútbol, ni con el deporte en general.